Cuando Elisa no puede dormir, toma su linterna y salta por la ventana de su cuarto rumbo a Duermevela. Allí, una selva oscura que queda entre el sueño y el ensueño, se encuentra con su amigo Estobaldo, un simpático oso hormiguero que tampoco puede dormir. Juntos, en su paseo habitual, descubren qué oculta la oscuridad de la selva. Buscan entre los árboles, en el fondo del lago, dentro de la tierra e incluso contemplan el cielo, hasta que finalmente les llega el sueño. Entonces se despiden “hasta la próxima” y cada quien por su lado se va a dormir.\n\nEntrar en el mundo de Duermevela es perderse en medio de una fantasía. Mientras el texto de Juan Muñoz-Tebar te arrulla con su poético relato, la magnificencia de las ilustraciones de Ramón París, predominantemente oscuras sin llegar a ser tenebrosas, te invitan a curiosear, indagar y prestar el máximo de atención para no perder detalle de lo que allí se plasma. Y he allí la magia de este maravilloso libro que nos lleva exactamente a donde nos quiere llevar: a Duermevela, ese dormir ligero e interrumpido, esa lucha entre no abrirle camino al sueño o rendirse ante él.\n\nAdolfo Córdova, Maestro en Libros y Literatura Infantil y Juvenil, incluye Duermevela entre su lista de los mejores libros ilustrados que leyó en 2017 y escribe en la reseña que publicó en su blog Linternas y bosques: “La duermevela, el entresueño en el que habita, representa uno de los muchos entreactos que experimenta el lector; quizá sea ese tránsito entre la primera y la segunda infancia, el de la infancia a la adolescencia… o cualquier otro cambio real o simbólico. En todo caso, la niña nos demuestra que, con una lámpara para ver las cosas y alguna buena compañía, se puede avanzar mejor y descansar después”. ¡Interesante reflexión!
Cuando Elisa no puede dormir se aventura con su linterna por Duermevela. Es un lugar entre el sueño y la vigilia, una selva oscura y poblada donde los caminos llevan a encuentros esperados. Junto a su amigo Estebaldo, Elisa pasea, escucha, mira las estrellas… Poco a poco se adormece, a la luz de la luna, con un cálido «hasta la próxima». Un poético relato de Juan Muñoz-Tébar, magníficamente ilustrado por Ramón París.
Bologna Children’s Book Fair Illustrator’s Exhibition – Favorito de la audiencia, 2017.
Ramón París. Su trabajo de ilustración ha sido reconocido en la Lista de IBBY (International Board on Books for Young People), White Ravens, Banco del libro, Fundación Cuatrogatos, entre otros.