Si me preguntan cuál de las canciones infantiles viene primero a mi mente cuando tengo que recurrir a alguna para calmar a uno de mis niños, sin titubeo diría que El elefante del circo… y bueno, no olvidemos Los pollitos dicen. Sin embargo, esta canción infantil tiene un particular que me fascina: hacer sus mímicas es divertidísimo. Y no olvidemos que es este elefante grande, pesado y orejón quien enseña a nuestros pequeños a decir “gracias”.
Además, como valor agregado, las imágenes de este bellísimo libro fueron cuidadosamente estudiadas para ofrecer a nuestros niños conceptos básicos de opuestos: grande y pequeño, arriba y abajo, pesado y liviano. Los protagonistas –el elefante y las ranas que Ana Palmero Cáceres integró a la historia ilustrada– muestran elementos rectos y circulares, respectivamente, y una contraposición de colores entre vivos y grises. Sin duda, este libro nos regala alegría y mucho aprendizaje.
La función del circo comienza y todos quieren ver al gran elefante. El pesado anfitrión y un grupo de ranitas harán cantar a todos la canción tradicional: “El elefante del circo, mueve sus patas así”. Las humorísticas ilustraciones de Ana Palmero Cáceres recrean, con guiños y texturas, la entrañable melodía.