En un país lejano vivía El pequeño rey. Y cuando decimos pequeño, es porque en realidad era muy pequeño. Este diminuto rey parecía tenerlo todo: un castillo enorme, un gran ejército que lo seguía para todos lados, una mesa larga y llena de comida, un gran caballo para trasladarse a donde quisiera, una gigantesca fuente para bañarse, y una cama cómoda y de gran tamaño. Sin embargo, no todo estaba bien. El castillo estaba vacío, la comida sobraba y, entre otras cosas, en su cama se sentía solo e incómodo. Pero un día todo cambió: el rey se casó con una princesa enorme, estuvieron muy felices y tuvieron muchos hijos. Desde entonces en el castillo se cambió el ejército de soldados por niños que jugaban en sus alrededores, la comida dejó de sobrar y la gran cama real resultó tener el tamaño perfecto para que todos durmieran plácidamente.
¡Qué maravillosa manera de hacernos llegar un mensaje tan importante! Y es que la verdadera grandeza está en compartir. Así de simple. Todo en la vida es mejor cuando tenemos con quien vivir cada momento, intercambiar ideas sobre cada nueva experiencia, compartir lo que es nuestro. Es indispensable que trabajemos en casa con nuestros pequeños reyes la importancia de este concepto.
Así que agradezcamos a este maravilloso ilustrador japonés, Taro Miura, quien de una manera tan clara, inocente y sencilla, pone en nuestras manos la herramienta perfecta para enseñar a nuestros niños la grandeza que este concepto guarda y que, en medio de un mundo que pareciera tenernos atrapados en el individualismo, debemos rescatar. Además, por si fuera poca, sus ilustraciones llenas de color nos ayudarán a reforzar las figuras geométricas, letras, colores (valga la redundancia), signos, patrones… ¿Se puede pedir más? Buenos… quizás podemos pedirles que compartan el bellísimo cuento de El pequeño rey con sus hijos, ¿qué opinan?
Libro que juega con las formas geométricas, los colores y los tamaños mientras cuenta la historia de cómo cambia la vida del pequeño rey cuando pasa de soltero a casado y decide convertirse en padre de una numerosa familia.
Taro Miura
Premio de Ficción en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, 2001.