¿Cómo hacemos para inculcar en nuestros niños tolerancia, generosidad, aceptación, respeto? ¿Cómo enseñarles que en un mundo tan competitivo, hay espacio para todos?
Este libro de la autora iraní, Anahita Teymorian, se convierte en un texto imprescindible en estos tiempos en los que los desacuerdos están a la orden del día. Nos cae como anillo al dedo en momentos en los que presenciamos la cifra más alta, jamás registrada, de personas en condición de desplazamiento forzado, según ACNUR. Es una lectura obligada en un mundo tan grande que, de a ratos, parece hacerse tan chiquito.
A lo largo de 40 páginas, un niño nos cuenta cómo estando en la barriga de su madre había poco espacio, pero hubo el espacio suficiente; cómo su casa se fue haciendo pequeña a medida que crecía, pero siempre fue suficiente para todos. En el cielo en medio de tantas estrellas cabe hasta la luna; en la biblioteca caben todos los libros; en el mar, todos los peces y hasta las ballenas. Pero a medida que viaja ve con tristeza cómo las personas se pelean por sus espacios, grandes o pequeños, siendo éste la mayor causa de conflictos. Sin embargo, con creatividad y amor se puede llegar a entender que, sin lugar a dudas, hay sitio para todos.
Un libro para nuestros niños y para nosotros también que nos llenará de paz y alegría.
Un niño que nace se pregunta porqué los humanos luchan por los territorios cuando en este mundo hay sitio para todos. Si en el mar caben las ballenas y en el cielo todos los pájaros. Si en tu mente caben todos los libros que se escriben, ¿cómo es que las personas nos peleamos por cualquier espacio por pequeño, grande o extraño que sea?
Un libro para reflexionar y encontrar la paz