“Juguemos a que yo era rey y ustedes me obedecían” les dice Chigüiro a sus amigos Vaca, Oso y Tortuga. Pero ninguno de ellos quería jugar ni a eso ni a las otras propuestas de Chigüiro, así que se fue bravo a jugar solo pues pensaba que sus amigos eran muy aburridos. En el camino se consigue a Ratón y a Rana quienes disfrutan jugando con Chigüiro al rey, al escondite y a correr. Después de un rato Chigüiro decide que quiere llamarse como Ratón, pero también como Rana y se le ocurre la grandiosa idea de disfrazarse. “Ya no te llamas Chigüiro. Ahora te llamas Rana Ratón” dijeron sus dos amigos a la vez y todos rieron tanto que Rana y Ratón se pusieron a dormir. Así que nuevamente Chigüiro prefirió irse a jugar solo pero se encontró en el camino con Vaca, Oso y Tortuga quienes al verlo también se disfrazaron imitándose entre ellos. Todos rieron mucho, y jugaron al rey y a esconderse.
Ivar Da Coll vuelve a enamorarnos con su personaje Chigüiro quien en esta ocasión se nos presenta algo soberbio y altanero pues quiere hacer las cosas a su manera. Este bellísimo libro nos muestra de una forma sincera y sencilla anécdotas de la vida cotidiana que al leerlas se sentirán como un déjà vu, pues creo que todos tenemos a algún pequeñín en casa con aires de grandeza y toda la intención de imponernos sus deseos, ¿o no? Lo importante es que ellos poco a poco irán aprendiendo que no siempre se puede hacer lo que ellos quieran, que las ideas de los demás también pueden ser buenas y que más es más porque juntos siempre será mejor. Y si no, preguntémosle a Chigüiro.
Chigüiro se aburre porque nadie quiere jugar a lo que él propone. Encuentra a sus pequeños amigos Rana y Ratón y juega a ser como ellos.
Ivar Da Coll
Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil por el conjunto de su obra, 2014.
Nominado para el Premio Hans Christian Andersen, 1999.
Seleccionado para la Lista de Honor de IBBY.