Los hermanos son un gran regalo. Pero antes de que nos demos cuenta de eso, probablemente pasemos por etapas en las que nos fastidie su presencia, disfrutemos molestarlos, las peleas sean recurrentes, etc. No creo que existan hermanos que de niños no discutan a diario... y de grandes también, por qué ocultarlo.
El túnel tiene como hilo central esa rivalidad entre hermanos. Juan y Rosa son muy distintos. Ella disfruta de quedarse en casa leyendo. Él juega afuera con sus amigos. Ella teme a la oscuridad. Él duerme profundo y disfruta asustándola. Un día, su mamá cansada de escucharlos pelear los obliga a salir de la casa... juntos.
Su aventura arranca cuando Juan descubre un túnel oscuro y entra en él. Rosa, después de esperar un rato, decide entrar y buscar a su hermano, "él no salía y ella sentía ganas de llorar". Lo que Rosa encuentra del otro lado es una mezcla de maravilloso y tenebroso, así como el valor para buscar a su hermano y el amor que siente por él para rescatarlo.
Las ilustraciones cargadas de simbolismo nos arrastran a mundos de cuentos, generando emoción e intriga. Atravesar ese oscuro túnel, sin duda, cambiará los sentimientos de ambos.
Rosa y su hermano se pelean todo el tiempo. A ella le gusta leer libros y le tiene miedo a la oscuridad, y a él le gusta estar en la calle jugando al fútbol y asustar a su hermana. Simplemente son muy diferentes para poder llevarse bien. Lo que necesitan para volverse amigos es una aventura juntos. Y eso es exactamente lo que encuentran en el túnel. De nuevo, un conflicto familiar es el inicio del viaje.