Hoy hablaremos de un libro que no tiene ni una palabra escrita en él, más allá del título. Y si hay algo seguro, es que tenerlo entre las manos es una experiencia que supera cualquier expectativa. El otro lado nos contará tantas historias como queramos y nos recordará lo importante y divertido que puede ser simplemente observar. Así que dejemos de lado la corredera y sentémonos con nuestros niños a disfrutar de cada página, analizarla y exprimir toda la información que allí encontremos. Porque no sólo las palabras enseñan.
El otro lado es un libro que nos invita a pensar en cómo son las cosas al otro lado de lo que vemos. Porque todo, sin excepción, tiene más de una versión. Y ayuda a ponerlos en el lugar de los demás. ¿Qué sentirá esa persona que mira desde una óptica completamente diferente a la mía? ¿Cómo cambia mi percepción de las cosas de acuerdo al punto desde donde mire? Desde el piso vemos un avión volando y un niño asomado por la ventana. En ese mismo avión hay una señora disfrutando de una revista que muestra fotos de una playa. ¿Será que esa playa es el destino final de los pasajeros? Ahí, en esa misma playa que mostraba la portada de la revista, hay un niño preparándose para lanzar un cohete, una señora llegando, una vendedora con un porrón sobre la cabeza y un niño sobre una embarcación viendo hacia el horizonte. ¿Qué estará viendo? Mientras, sobre ellos, pasa un avión; quizás el mismo del que antes hablábamos y a través del cual logramos ver varios ángulos de una misma realidad.
El otro lado hará perdernos por horas dentro de sus ilustraciones, olvidar el pasar del tiempo, descubrir personajes, inventar historias, analizar escenas y observar con admiración todo lo que puede haber del otro lado.
Al compás del violonchelo un niño hace avioncitos de papel que lanza desde su ventana mientras, desde un avión, otro niño contempla un paisaje tropical idéntico al que otro pasajero en el avión observa en una revista. Así, ante los atentos ojos del lector desfilan una serie de escenas que participan en un juego de espejos alucinante y divertido.