En Puerto Rico, según fuentes históricas, a mediados del siglo XIX se recompensaba con dinero a quien capturara esclavos fugitivos y los entregara a las autoridades. Es así como, a partir de este hecho y utilizando nombres de personajes reales sacados del Archivo General de la Isla, Fernando Picó nos regresa a aquellos años coloniales y nos regala un pedacito de historia y de coloquialismos a través de esta bellísima anécdota imaginada.
La peineta colorada cuenta la historia de cómo la niña Vitita y siña Rosa, la vieja curandera y partera del pueblo, ayudan a una esclava fugitiva a no ser atrapada por el moreno Pedro Calderón quien cobraba 8 pesos por cada esclavo fugitivo que capturaba y entregaba al alcalde. Calderón sospechaba que esta esclava se escondía cerca de la casa de la niña y pidió permiso al padre para velar la casa. Efectivamente, días antes Vitita la había visto en los alrededores robándose un huevo de gallina y, ante su asombro, salió corriendo a contarle a siña Rosa sobre este encuentro. Siña Rosa, quien hablaba abiertamente sobre su desacuerdo de atrapar negros y entregarlos, le dijo a la niña que no contara nada a su "pai" y que siempre le pusiera comida a la esclava en una de las ramas del palo de mangó. Una noche dejó dos guineos maduros, otra una batata asada y otra noche se le antojó dejar la peineta colorada que le había regalado su madrina el día de Reyes. Así comienza la complicidad entre esta niña y la curandera, quienes juntas harán lo necesario para espantar a Pedro Calderón y salvar a la esclava. “Eso de atrapar negros y entregarlos al alcalde, eso no es cosa de negros. Aunque roben huevos y guineos. Los negros deber estar con los negros, no en contra de ellos”, aseguraba siña Rosa.
Esta bellísima lectura refuerza los valores de amistad y respeto, así como la importancia de mantenerse fiel a lo que uno considera correcto. Sus ilustraciones son un paseo que resalta lo más bello de Puerto Rico a través de sus colores, tradiciones y paisajes.
Ambientado en un pueblo puertorriqueño en el siglo XIX, esta es la historia de la niña Vitita y la vieja curandera Siña Rosa, quienes ayudan a una esclava fugitiva. El historiador Fernando Picó ha tomado personajes y datos de documentos oficiales para tejer un cálido relato sobre la relación de amistad, respeto y complicidad entre dos mujeres.
Ganador del certamen de Literatura Infantil de Ediciones Huracán de Puerto Rico, 1987.
Ilustraciones de María Antonia Ordóñez. Primer premio en el Gulf Literary Contest,1983.