A este señor a quien no el gustaba la oscuridad no le hacía nada de gracia la llegada de la noche. Se entristecía por el temor que le generaba y además, no había nada que ver. Decidido a enfrentar sus miedos y a encontrar una solución, hunde sus deditos en el cielo negro, abriendo pequeños puntitos para el paso de la luz. Desde entonces existen la luna y las estrellas.
Al igual que al personaje principal de este cuento, a muchos nuestros niños no les gusta la oscuridad. La noche de las estrellas nos ayudará a enseñarles que, afrontando sus inseguridades, podrían obtener resultados llenos de maravillosas sorpresas.
Hace muchos años, en un país lejano, vivía un señor al que no le gustaba la noche porque era muy oscura. Un día, al atardecer, el señor subió a la montaña más alta y desde allí increpó a la noche. De pronto, tuvo una idea de cómo llenar la noche mágicamente de luces.
Los mejores del Banco del Libro, 1988.
Lista de honor IBBY, 1990