Y la verdad es que los niños cada vez se hacen más y más preguntas que en la mayoría de los casos nos cuestan contestar. Otras veces nuestra imaginación nos hace una mala jugada, y otras simplemente no queremos ni pensar en qué decir. Sin embargo, los niños se merecen siempre una respuesta y, además, se merecen que la respuesta los satisfaga.\n\nEs así como la literatura infantil nuevamente “nos saca las patas del barro” y no sólo entretiene a nuestros niños y a nosotros, nos divierte, entusiasma, une con nuestro idioma, sino que además le da respuesta a una de las interrogantes que más nos agarra desprevenidos: ¿A dónde se fue la carta de Navidad?\n\nA Andrés y Clarisa los conocimos en un cuento pasado titulado ¿A quién se le escribe la carta de Navidad?, en el cual todos aprendimos la bellísima verdad de ese misterio. Pero ahora, después de escribir sus respectivas cartas en donde piden sus regalos y, por supuesto, la bendición, se despiertan con la sorpresa de que las cartas han desaparecido. ¿Y ahora? ¿A dónde se fue la carta de Navidad? Ambos piden en su rezo a Papá Dios que les de la respuesta en un sueño.\n\nY es así como montados en una nube, Andrés y Clarisa descubren el destino del correo, conocen a los ayudantes de Santa que fabrican los juguetes, a los ángeles de la guarda que vigilan su conducta durante todo el año y a todo el equipo que anda detrás de esta gran logística de regalos navideños. Y más allá de la emoción de conocer toda la verdad, descubren que el mejor regalo siempre será la reunión familiar.
Chocolate y merengue es un cuento lleno de cosas ricas, una invitación a darle una probadita a lo que no conocemos.