“Yo creo que mi mamá es adivina o tiene poderes, superpoderes”. Así comienza esta historia que desde el título se nos presenta cercana, divertida y muy certera.
Enrique es un niño -como todo niño- algo despistado y desordenado. Sin embargo, para él es asombroso cómo su mamá es capaz de conseguir todo, absolutamente todo lo que se pierde, incluyendo algunas medicinas de mal sabor y uno que otro suéter que preferiría no ponerse. ¿Será que es adivina?, siempre se pregunta.
Un día a Enrique se le pierde su canica preferida. La busca por todos lados: en la nevera, en el florero, en la ropa sucia… pero no aparece. ¿Será qué mamá logrará encontrarla?
Probablemente todas tengamos algo de adivinas en nosotras… o quizás sea nuestra infinita necesidad de ayudarlos lo que nos convierte en ello. Sea como sea, “quien dice la verdad, ni peca ni miente” dice el refrán. Y Mamá adivina es una historia que, estarán muchos de acuerdo conmigo, se acerca mucho a la realidad de nuestras hogares, ¿a que sí?. Una lectura para leer y disfrutar en familia.
Algunas mamás son capaces de encontrar cualquier cosa que se pierda. Parecen tener superpoderes para hallar pelotas, canicas y hasta medicinas de sabor horrible. Al menos la mamá de Enrique puede encontrar todo…
o bueno, casi todo. ¿Será que sí es adivina?