Tonio tiene 23 años, aunque trabaja como oficinista lo que más le gusta es volar; también escribe y, un día, se le aparece un personaje, el Bribonzuelo. A lo largo de su vida, Tonio descubre su pasión por la escritura, afianza su gusto por el vuelo, se enamora y encuentra a un mejor amigo en todo el mundo.
Por el color del trigo es un libro para niños, jóvenes, niños en cuerpos de adultos y adultos. La perspectiva que un niño tiene del mundo, la simpleza de su lógica, lo evidente de la realidad, la inocencia de su pensar es algo que deberíamos luchar por conservar mientras crecemos. Y esta historia despierta en todos sus lectores esa nostalgia por la infancia. Nos invita a defenderla y a conservarla aunque estemos obligados a crecer.
Todos conocemos a El Principito, el famoso y reconocido personaje de Antoine de Saint-Exupéry, ambos inspiración para Toño Malpica. Este autor mexicano toma prestados retazos de la vida de Saint-Exupéry y nos brinda una propuesta de cómo sus grandes pasiones: el vuelo, la escritura y el Bribonzuelo - un niño que, según narra Malpica, se le aparecía a Saint-Exupéry en distintos momentos- dieron vida a su obra maestra.
Más allá de lo fácil y placentero que resulta leer Por el color del trigo, sus páginas nos exigen a gritos perseguir los sueños; nos incitan a “creer” sin ver y a cultivar la amistad, la buena amistad, por sobre todos las cosas. Y es que el Bribonzuelo nos enseñará que “tener un mejor amigo en todo el mundo” - aunque no lo veamos a diario ni hablemos con frecuencia - es indispensable.
"No es una biografía, ni una panorámica del personaje desde el autor, es un libro sobre la amistad y sus colores; pero de ese tipo de amistades que uno no se explica, las que no sólo se fortalecen por la cercanía, ni por las similitudes”, explica Malpica.
Y para quienes hayan estado contacto con las malas versiones de autoayuda o continuaciones de la historia de El Principito, y sientan rechazo por esta propuesta de Malpica, los invitamos a dejar de lado los prejuicios. No se arrepentirán.