En este pequeño libro de cartón está guardado un mundo lleno de sonidos, onomatopeyas y sensaciones que, junto a la musicalidad de sus versos y a sus ilustraciones, permitirá que nuestros pequeños lectores comiencen a asociar lo que escuchan con lo ven. Con un violín que hace glin, glin, glin; una campana que suena din, don, dana; y con el sonido del beso de papá, todos en casa pasaremos un rato alegre educando el oído y repitiendo (muchas veces) las breves rimas que, sin darnos cuenta, nos iremos aprendiendo de memoria.
Violín forma parte de una bellísima colección de la editorial Kalandra - De la cuna a la luna, dedicada a niños de 0 a 3 años - y cada libro fue escrito para ser leído, recitado y, ¿por qué no?, cantado. Su autor, Antonio Rubio, explica que estos libros son una poesía pictográfica que busca “educar el ojo y endulzar el oído”. Mejor descrito, ¡imposible!
El oído de los prelectores reconoce un mundo de sonoridad, onomatopeyas y sensaciones. Instrumentos musicales, palmas y besos envueltos en delicadas ilustraciones.
Ilustraciones de Óscar Villán
Premio Nacional de Ilustración (España), 1999